Solo 19 días le bastaron a la Premier para darnos el que tal vez sea uno de los partidos del año. Manchester City recibió de local al Tottenham con la obligación de ganar para no perderle pisada a los gunners. La mesa estaba servida y fueron los de Londres los primeros en sacar tajada. El equipo de la defensa agresiva y poca posesión una vez mas superaba a los de Pep. Termino el primer tiempo y mientras nos preparábamos para un nuevo fracaso del City finalmente algo en ese vestuario sucedió. Sin hacer siquiera un solo cambio el equipo fue distinto, le bastaron solo 15 minutos para poner el partido 3-2 y dar vuelta el marcador. El encuentro concluyo con un 4-2 de los locales y un resumen para el recuerdo. Al finalizar Guardiola brindo una acida conferencia de prensa en la que volaron dardos en todas direcciones
La indignación de Pep:
“No podemos negar lo felices que estamos, pero estamos lejos del equipo que éramos, no en cuanto al juego, jugamos bien en el segundo tiempo, pero hubo muchas cosas, la competitividad en cuanto a lo que tenemos para hacer eso estamos lejos, muy lejos”, explicó Pep.
“¿Qué cosas faltan? Pasión, ganas, de ganar desde el minuto uno. Es lo mismo para nuestros espectadores, nuestros aficionados. Fueron tan silenciosos durante 45 minutos”, agregó, tajante. Sobre los reproches de la hinchada, fue filoso: “Quiero a mis fans de vuelta. Quiero que mis fans vuelvan aquí”.
Continuo “Los jugadores tienen que darle algo a los espectadores. Tenemos que hacerlo, pero todos están como relajados. La Premier League no espera. Tenemos al Arsenal enfrente”, soltó. Y agregó: “No estoy contento con mi equipo. Por supuesto que no. No reconozco a mi equipo. Mi equipo siempre tiene pasión, ganas y corre y todo”;
“Hay que mover al equipo. Quiero la pasión de Julián. La quiero de Rodri, de Nathan”; “Quiero una reacción de todo el club. No solo los jugadores, sino también del cuerpo técnico y todos. Somos un equipo de ‘flores felices’. Y no quiero eso, quiero vencer al Arsenal. Si jugamos de esa manera, nos van a destruir”.
Opinión
Volvamos al primer tiempo. Guardiola señalo muy acertadamente que a su equipo le faltó pasión y en realidad la “pasión” no es un atributo que describa a sus equipos. En el vaivén constante que es el juego del City la agresividad brilla por su ausencia. Exigir algo que la estrategia de un equipo no propone es mas esperable de un hincha sentado en la primer fila de la tribuna que del entrenador de dicho equipo. Según Pep hasta el que limpia los baños tiene la culpa, pero el sistema no se toca, el tiki taka no se mancha.
Los dardos vuelan en todas direcciones, pero ninguno tiene como destino a Pep. La posesión de balón sigue siendo alta, como siempre, los remates al arco tardan demasiado tiempo en llegar, como nos acostumbro este equipo. Aun teniendo a un goleador de raza en la delantera, los balones no llegan y la culpa parece ser la pasión. Haaland podrá hacer 40 goles esta temporada, aun así no me quedan dudas que si Guardiola intentara ser mas agresivo y directo el androide metería 80. Sea lo que sea que haya sucedido en el vestuario del City, funcionó. Pero los tantos no llegaron mareando al balón de un lado a otro, llegaron en jugadas rápidas, individuales, vertiginosas y directas, o de rebote. Ciertamente, como dice Pep, el Manchester City está muy lejos.
