Cincinnati quedó eliminado de la Copa de Campeones de Concacaf. En el gigante de acero ante el club Monterrey, los naranjas y azules cayeron 2-1 redondeando un global de 3-1. Los goles Rayados los convirtieron Romo, el ex goleador naranja y azul Brandon Vázquez. Luciano Acosta marcó el empate Transitorio. De esta manera concluye la primer participación internacional del club de Ohio.
Primer tiempo
El primer tiempo comenzó con un Cincinnati mucho más activo buscando incomodar a los locales. El equipo estadounidense parecía sentirse cómodo en tierras mexicanas, haciendo transiciones rápidas y recuperando rápidamente el balón en las salidas de Monterrey. Sin embargo la superioridad azul y naranja no duró mucho porque qué rayados tardó 18 minutos en reaccionar. Rayados comenzó a monopolizar el balón imponiéndose en el juego. Rápidamente los mexicanos entendieron que las falencias de Cincinnati estaban por su banda izquierda, zona que defienden Murphy y Orellano. Las participaciones de Maxi Meza por esa misma banda inclinaron el campo haciendo olvidar los momentos de desconcierto tempranero.
Al igual que en el TQL Stadium, el primer gol de rayados llegó con asistencia de los pies de Maxi Meza. El buscapié enviado al área por el 11 de rayados encontró el taconazo de Luis Romo para destrabar el marcador del estadio BBVA. El primer tiempo terminó con Cincinnati intentando resistir el aluvión y computando un solo tiro de peligro. Un remate de Luciano Acosta que como casi toda la noche Estaban Andrada resolvió de la mejor manera.
Segundo tiempo
Al igual que en el primer tiempo Cincinnati empezó mejor. Con la diferencia de que esta vez sí pudo convertir en gol las aproximaciones peligrosas. Luciano Acosta entró al área dejando a tres rivales en el camino y definió pegado a un poste para que Estaban Andrada no pudiera seguir ahogando el grito de gol Naranja y Azul. Lucho logró convertir el gol que intenta semana tras semana. Pero la alegría solo duró 20 minutos, el viejo conocido Brandon Vázquez estaba en el campo y al igual que en toda la serie de octavos de final, con asistencia de Maxi Meza sentenció la llave. El ex delantero de Cincinnati terminó de extinguir las posibilidades de Cincinnati.
Los últimos minutos mostraron a un Cincinnati desarmado. Las sustituciones, el cansancio y el resultado en contra representaron una carga muy pesada difícil de remediar. De esta manera terminó la participación de Cincinnati en esta competencia, la más importante a nivel clubes de la Concacaf. La imagen que deja el Club de Ohio es buena, sobre todo porque siempre jugó de igual a igual y fue un gran rival para el poderoso mexicano.
El gran error de Noonan
Nunca dejo de buscar y fue a México a plantear un partido de igual a igual. Pese a esto la sensación es que Cincinnati no intentó combatir las virtudes del equipo rival y solo confió en las virtudes propias, como ya nos tiene acostumbrado Pat Noonan. En el encuentro de ida como en el encuentro de vuelta las diferencias en el marcador fueron a partir de jugadas individuales de Maxi Meza. El argentino fue el asistidor de los tres goles convertidos por Monterrey en los octavos de final. Sin embargo el DT de Cincinnati no tomó reparos en esto y pretendió que Luca Orellano, jugador sin características defensivas, marcara y anulara al mejor jugador rival. Sumado a esto, Ian Murphy completó la peor actuación de la saga de centrales, ni el ni Orellano pudieron parar a un encendido Maxi Meza.