Las tormentas pueden pasar en cualquier momento del año, no todo se puede predecir en esta vida por más que la tecnología esté a nuestro favor. Frecuentemente ha pasado que el pronóstico del tiempo indica un día luvioso y resulta que es soleado. Esto ocurrió en Detroit.
El sábado en la noche en el Ford Stadium de Detroit, Michigan, se vivió una tormenta que ningún experimentado ‘Weatherman’ había pronosticado. Los Detroits Lions eran favoritos para llevarse la copa, el Super Bowl. Por mi cumpleaños recibí un televisor de 50 pulgadas para ver las victorias de los Lions. Ese sentimiento de campeón que contagian los Lions en la temporada 2024-2025, nos embriagó de amor por el buen fútbol americano en estos 15 partidos ganados y los 2 perdidos, obtenidos en la temporada regular.
Todos en casa estábamos reunidos en un solo cuarto para ver al mejor equipo de la NFL. El nuevo televisor tenía una imagen tan clara y real, que parecía un jugador más dentro del campo. La fiesta estaba garantizada por todo lo vivido en estos meses del fútbol, ni el más pesimista se podía imaginar el resultado final.
Los Lions empezaron jugando bien, convirtiendo un touchdown, y la defensa al menos en el primer ‘quarter’ pudo contener la ofensiva de los Washington Commanders. El resto del partido, la defensa de los Lions sólo vio cómo el quarterback Jayden Daniels, Brian Robinson, Jr, y otros, pasaban, como cuchillo caliente sobre la mantequilla. No había obstáculos que los detenga. Lo positivo fue que en la ofensiva de Detoit estaban metiendo de a 7 puntos. Errores del quarterback Jared Goff, como el fumble y las 3 intercepciones costaron mucho.
Mientras el reloj seguía corriendo, mis esperanzas se desvanecían. En el entretiempo se me cruzó por mi mente las estadísticas de los 17 partidos de la temporada. El equipo dirigido por Dan Campbell, mayormente anotaba más puntos en el segundo quarter. Había la esperanza a pesar de que Detroit perdía 31 a 21. Se dice que la mente y el corazón no son compatibles. En ese momento no quería aceptarlo porque la esperanza latía desde el músculo que bombea la sangre a todo mi cuerpo. Me equivoqué.
Culpables
A veces caemos en pensamientos infantiles cuando suceden situaciones desfavorables, se buscan a los responsables para evitar aceptar la propia culpa. Los árbitros son los primeros en ser juzgados. En la noche del sábado, las ‘zebras’ se equivocaron para ambos equipos, no tiraron bandera amarilla cuando golpearon a Goff, quarterback de los Lions. A los Commanders le cobraron una falta inexistente. Lo que llamó la atención es que todo el comando técnico de los Detorit Lions, se quedaron congelados ante la ofensiva rival. La responsabilidad de la derrota no es de uno solo, sino más bien compartida. En Conferencia de prensa el líder de los Detroit Lions, Dan Campbell dijo “Esto es mi culpa”.
NFL Reglas
Los entrenadores de Detroit, Ben Jhonson y Aaron Glenn, fueron tentados por otros equipos durante la semana. Según la prensa nacional, ambos entrenadores estaban siendo entrevistados por otros equipos. Sería bueno que hubiera una regla para prohibir estas negociaciones cuando todavía el equipo está en competencia. Esto puede ayudar a evitar malos pensamientos y comentarios sobre la honorabilidad de las personas que están en este trabajo.
Sin SuperBowl
“Todo tiene su final y nada dura para siempre”, lo dijo el gran Héctor Lavoe. Mientras la tormenta llamada Commanders celebraba en la oscura noche en Detroit con un score de 45 a 31, me di cuenta que había tomado 3 litros de agua solo viendo el partido. El coach Dan Campbell, Ben Jhonson (entrenador ofensivo) y Aaron Glenn (entrenador defensivo) fueron el weathermen por no pronosticar bien la tormenta que se vivió el sábado en la noche. El sueño del Super Bowl tendrá que esperar para la próxima temporada.
Verémos la final otra vez por la T.V.
Go Lions Go!
