Fue un lunes muy ocupado y prendí la televisión para ver el fútbol argentino, jugaba Boca Juniors contra el Independiente de Avellaneda por los cuartos de final de la Copa de la Liga Argentina. El recibimiento para el equipo Xeneize en la Bombonera fue una fiesta, con su presidente, Juan Román Riquelme, estaba cómodamente en su palco presidencial. Los rojos de Avellaneda saludaron a las cuatro tribunas cómo si jugaran de local, desde ese momento, el equipo dirigido por Julio Vaccari, se adueñó del mítico estadio.
Con 7 Copas Libertadores, el Rey de Copas Independiente, se paseó en el patio de la casa de Riquelme, presionando a su rival, jugando bonito a la pelota. Boca intentó jugar con empuje más que con fútbol. Solo tuvieron aproximaciones con un tiro al arco de Miguel Merentiel que hizo ensuciar el uniforme del arquero “Rojo” Rodrigo Rey. La transmisión mostro como Mariano Herron pidió ayuda a Edison Cavani en la banca de suplentes porque no encontraba soluciones para su equipo. ¿Será Cavani sea el próximo DT de Boca? No se altere querido Xeneize, es una broma, pero… con Riquelme, todo es posible.
Boca se quedó sin físico en la segunda mitad, algo muy peculiar porque solo juega una competencia que es la doméstica. Por su parte, Independiente venía de jugar la Copa Sudamericana y terminó corriendo más que su rival. Hasta le avisaron a Boca quien iba a meter el gol en la previa del partido, y no fue el brujo o tarotista, sino fue el propio jugador, Álvaro Angulo, que proclamó, firmó y cobró.
Los cambios del técnico independentista, Vaccari, dio resultados para seguir jugando al mismo ritmo buscando el arco rival, no golearon por errores de sus delanteros y volantes. Boca se rindió al meter dos veteranos que tuvieron un gran pasado futbolístico cómo Edison Cavani y Ander Herrera, pero su actualidad está para jugar los torneos de leyendas o partidos de exhibición. Para ir de mal a peor, Mariano Herrón agotó los cambios de Exequial Zeballos, William Alarcón y Alan Velasco. Al final todo fue lo mismo, Boca fue un desorden.
La torpeza en la Presidencia boquense se vio reflejada en la cancha.
El defensor central del Rojo, Kevin Lomónaco, se dio el lujo de salir jugando con la pelota en los pies desde fondo, eludiendo rivales, hasta pisó varias veces el área rival con pelota dominada. Se le puede destacar cómo el mejor jugador del partido, pero la realidad, todo el equipo de Independiente mereció llevarse las palmas. El nivel de Lomónaco es superlativo y seguramente las propuestas de Europa llegarán. El técnico de la Selección Argentina, Lionel Scaloni, se quedó dormido o ya tiene sus engreídos en esa posición. ¡Se le está escapando la tortuga!
Boca está a pocos días del Mundial de Clubes en Estados Unidos, tiene que buscar un técnico con trayectoria y renovar toda la plantilla. Si sigue por este camino, Boca tendrá que encomendarse a todos los santos para que no termine goleado cuando enfrente al Benfica, Bayern Múnich, y Auckland City. En el torneo local, los equipos van a ir a jugar en la Bombonera a jugarle de igual a igual. Cuidado que el ego de su presidente puede llevar a Boca a la “B”. Pregúntenle a River Plate, por Daniel Passarela cómo fue como presidente.
Por su parte, Independiente se está haciendo protagonista tanto en el torneo doméstico cómo internacional que hace mucho tiempo necesita el equipo de Avellaneda. ¡El Rey de Copas ha vuelto!
