Con estadio lleno y buen ambiente empezó este interesante partido entre dos equipos de diferente
escuela o planteamiento de juego. Sin embargo, los sistemas de partida, parecidos en su colocación y
objetivo de ataque, dejaban ver su interés por el triunfo. FC Cincinnati con 1-3-4-3 y D.C. United con 1-3-
4-1-2 que es variante perfecta del anterior.
Un primer tiempo de tanteo y acciones similares en ataque y defensa, aunque a veces con
predominio del nerviosismo y desgaste anticipado por la velocidad de desplazamientos. FC Cincinnati
hacía la propuesta como dueño de casa, hilvanando juego con sus hombres más hábiles y potentes
como Miles Robinson, Luca Orellano, Pavel Bucha, buscando insistentemente el toque, la creatividad y la
magia de un Luciano Acosta intermitente.
El partido ya caliente, y los dos equipos mostrando su planteamiento ofensivo, para eso eran los
sistemas, entró en la disputa del balón en la zona central con marcajes en zona y al hombre, donde el
D.C United demostró más ensamblaje, más compenetración en el control y cierre de espacios juntando
hombres y reduciendo el juego del contrario. Quizá fue lo mejor del equipo visitante en su accionar
coordinado de conjunto. Así terminó un primer tiempo con acciones parecidas.
La segunda parte cambió para el equipo local con su idea de ataque en profundidad, utilizando el
pase largo y buscando los cambios de orientación que desorientaron en varios pasajes a la defensa
contraria. Pero, claro, la rapidez en las acciones trae consigo la precipitación y errores, que en muchos
casos encontraron la descolocacion del receptor como fue con Acosta, que, en varios pasajes, pisa la
zona de otros compañeros restando efectividad a las acciones individuales y conjuntas.
Lo mejor del partido fue el manejo ordenado del sistema táctico del D.C United en su accionar de
cierre y apertura de líneas donde destacan las ayudas permanentes entre 3-4-5 compañeros. Por
contraparte, el FC Cincinnati, expuso su mejor compenetración en el juego defensivo con una línea
firme, atenta y segura con un Matt Miazga imponente.
